Es posible encontrar la paz en nuestro contexto inmediato, aún cuando las situaciones problemáticas pasan a nuestro lado rozándonos.
Escuchar, esperar la oportunidad para una intervención fortalecedora, la que toca, para ir resolviendo... Porque nos vamos dando un tiempo y se va notando la mejora.
Y sí, opera nuestra mirada amorosa, transforma y acomoda, armonizando elementos que antes no se habían tenido en cuenta, quizá.
Limitados y humanos, somos lo suficientemente buenos como para seguir creciendo en lo que nos fortalece y facilita nuestro proyecto vital, el propio.
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