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viernes, 23 de agosto de 2019

Aquí y Ahora

En la terraza majariega y a las 11:11 horas AM pasa una pluma y corre La Luna que mengua. El  firmamento nos presenta su perfil raso, coloreado de azul, deslumbrado de afanes cotidianos, tan necesarios.

La ropa de la cama se está lavando, un colchón espera su proceso de secado al Sol de agosto, tan soñado. Menú de lentejas, filete de pollo y ensalada con tomate, lechuga, aguacate, en su punto de sal y con aceite de oliva, el mejor y más suave.

Aloe vera, cintas rizadas, bulbos Amarilis recién regados, la celebrada orquídea, la plumosa esparraguera heredada, el amigable bambú de la suerte, tan familiar y pródigo, la aspidistra elatior (pilistra) materna, el cactus que se regenera... y alguna más que aduna segmentos en delicados rojos que se multiplican, la que completa espacios en abanico con sus redondeadas hojas charoladas, en burdeos y verdes, sobre tronco piloso y chato, corto y flexible pilar que aguanta y cae en meandro y contrapunto. Delicadas bellezas que están en el aquí y en el ahora, que nos alientan. 

Momentos de una vida que se experimentan, que tal vez se comparten, y pasan...

jueves, 22 de agosto de 2019

BOYHOOD

Emocionante viaje, confiadas vivencias, planificando realidad, en la ficción que se concreta y comparte, mimosa, cordial, exitosa y clara. Una experiencia estética que es performance alargada, un sueño que es obra de arte plural, un políptico en cuatro dimensiones, con el tiempo como protagonista esencial.

Es la década que inaugura el siglo XXI, es la vida de un niño en su ambiente familiar y norte-americano, el grupo humano y social que le sostiene y alimenta, en el que va tomando la fortaleza y las herramientas sociales y personales que utiliza, las que va reconociendo y ejercitando como pasión, en ese compromiso filial que le lleva, del que goza, al que, finalmente, se encara.

Una familia adolescente y desestructurada, un recorrido de esperanza y superación porque la madre estuvo ahí, a su lado, inquebrantable, en las necesidades diarias, en su cuidado y atenciones, también en el de su hermana mayor, tan cómplice y aventurera, activa. Ambos a merced de los que tenían cerca, y su padre entre ellos, modelo de hombre para el hijo, de su mano va resultando ser el eje estructural en sus relaciones íntimas con las chicas. Equilibrios y armonías, alegrías y confianzas mutuas, del padre en el hijo, del hijo en el padre, su baluarte, su mundo grande más allá de las angustias femeninas, de la cotidiana observación a la madre, abundosa en exigencias propias y contextuales, superada una y otra vez en las relaciones de pareja, en las que podía intuir fracaso y angustias, pena.

Década iniciática, adolescencia biológica y tecnológica, desnudez honrosa, una convivencia más o menos obligada, un posible paradigma. Una obra de arte, una película. Cine y realidad que van recreando una experiencia de vida singular, propia y plural, compartida en la producción, preparada para un espectador contemporáneo que se mira y entiende la épica de la obra, en su discurrir sencillo y menor, sin estridencias. Y los paisajes naturales que cierran y abren una relación nueva, otro encuentro, la vuelva de tuerca que es presente en la vida que se abre y expresa con miradas que se intuyen, que se esperan y están ahí, para el otro que es ya pareja de tiempo en el tiempo, vida. El hombre y la mujer regresan al encuentro se da otra década. Desde lo primigenio y esencial en la alegría y en plena naturaleza. 

Salimos del silencio y de la soledad, disuelto el miedo cuando el otro está ahí y me realza, reconoce y mira lo que yo no puedo ver ahora. Somos dos, yo también he visto su esfuerzo y sus deseos, donde la confianza y la esperanza anidan.

Cuidado y protección, alimento, nuestro cimentar poderoso con momentos de vida cuando niños y niñas en hermandad, tan extrañados y entregados, tan vulnerables y amantísimos, tan nosotros, a cada paso, tan extrañados y tristes, tan expectantes y confiados, tan humanos. Y la vida en el horizonte, más o menos definido y despejado, con más o menos valentía y ánimos. Adelante, en la esperanza de que estás ahí y podemos amarnos. 

miércoles, 21 de agosto de 2019

Salida veraniega

Una salida veraniega. La que tenía pensada.

Esperan que me acerque esta mañana y allá voy, a la cita prevista, y otras que aguardan.
Confío en poder asumirlas y completarlas.

Es la ida. Me pongo en marcha.
Son las 11:06 horas AM, el cielo está cubierto, seguimos con 21 ºC y el verano nos habla del otoño que se adelanta, y volverá a tomar su protagonismo como estío que se alarga, benefactor y complaciente, la mejor etapa.

martes, 20 de agosto de 2019

Mi única esperanza

"Hay que inventarse pasiones para ejercitarse." VOLTAIRE

Viviendo en el continuo espacio tiempo, escribiendo una página volandera, mecánica, tan sosa como pretexto, como fantasmal en su eco literario. Una gimnasia fatalmente aburrida, sin dirección marcada, sin proyecto.

América estaba en la cola del Centro Médico, Mery. Esperaba en el mostrador porque tiene que hacerse unos análisis de sangre. Compartimos el Club de lectura que organiza, desde hace más de un quinquenio, la Fundación Francisco Umbral en Majadahonda.

Un saludo frío, repetido, su desayuno en Sandino y mis pensamientos que van de la charla hipotética, si hubiéramos quedado en esperarnos. El vacío, la nada. No queríamos conversación cercana, cordial,  sincera. Ella y su grupo de presión en el grupo de lectoras que se enrosca en listado numerario desigual.

Me veo solitaria, arrinconada, y la tristeza puede más que la ilusión. Me cuesta compartir la cita lectora así, con ese ambiente enrarecido al que hemos llegado. Siento el desagrado que les causa la lectura de alguna de las obras que se eligen del maestro Umbral, una iniciativa ideal, desde el comienzo de la actividad lectora, que pudiera replantearse si ganase la batalla el grupete de veteranas antiguas en otra residencia. Vienen con los resabios de la Librería Altazor, donde durante algunos años, al calor del matrimonio que regentaba el negocio, sostenían una dinámica cultural abierta al público majariego, tan selecto. La pareja ha roto y se fue a la mierda la cita literaria. La esposa tomó las de Villadiego y las mujeres abandonaron al esposo que sostiene abierto su establecimiento  cultural, esperando clientes con su humor oscuro.


martes, 12 de junio de 2018

chinatos

A las seis de la tarde me acerqué a una tienda de la que soy cliente para colocar un cartel, que acogen siempre con simpatía por cierto, y de paso, compré una crema desmaquilladora con su tónico de aceite de oliva correspondiente. Al terminar la transacción económica, la dueña me dio una revista que se llama LA CHINATA. Es el Nº 1 de Abril - Mayo 2018 de la publicación propia y, como me sorprendió de alguna manera, estiro la cosa para comentarlo.

Porque los nacidos o residentes en Malpartida de Plasencia, en Cáceres, son conocidos en la zona como chinatos. Qué bueno que su gentilicio haya servido para una marca comercial, de cierto prestigio, que tiene productos de alimentación y cosmética con el aceite de oliva como gran reclamo.


jueves, 24 de mayo de 2018

Philip Roth

Ayer conocía del adiós a la vida del escritor americano Philip Roth.  

Acabo de empezar una de sus obras y me gusta. He buscado su nombre en la biblioteca y acabo de tomar, al encuentro, una de sus novelas, Premio National Book Award for Fiction en su país y en su día. Sí, creo que voy a tomarla como lectura para estos días tormentosos, atareados y únicos, de primavera.

De las reseñas que pude mirar ayer, en los periódicos españoles, destaco su trabajo de escritor de novelas, biografías... y títulos como El oficio: un escritor, sus colegas y sus obras, publicado en 2003 por la editorial Seix Barral y traducido por Ramón Buenaventura, uno de los que más ha frecuentado, en España, su literatura. 

Parece ser que no le dieron el Premio Nobel de Literatura, pero sí el Premio Príncipe de Asturias. Y estuvo junto a nosotros. Voy a leer su obra, sí, como regalo cuidadoso que nos deja, sí, generoso.



martes, 6 de marzo de 2018

GABRIEL

Quería escribir sobre GABRIEL y hoy es el mejor de los días, sin duda, cuando se cumple otro aniversario del nacimiento de un escritor maravilloso, GABRIEL Garía Márquez, GGM, del que acabamos de leer Cien años de soledad, en el Club de Lectura Francisco Umbral, con aplauso unánime y admiración por el gran legado que nos deja su persona, como gran escritor que fuera forjándose a lo largo del tiempo, junto a los amigos y familiares, su gran soporte.

Hoy, todavía otra familia busca a GABRIEL, un niño almeriense que ha desaparecido como si le hubiera tragado la tierra, pero no. Sus padres le buscan, y toda Almería junto a ellos, hasta encontrarle con vida, su gran sueño y esperanza.

Y deseamos, como toda España, considerar esta circunstancia favorable, su aparición sano y salvo, evitando el dolor más penetrante que, a veces, se aviva.


, en 1927, nacía Gabriel García Márquez. le retrató, como a tantos otros escritores latinoamericanos a los que admiraba 👇

lunes, 9 de octubre de 2017

paréntesis

La escritura como una actividad cotidiana es un hábito que se toma un día y se mantiene cuando el placer de la lectura de las palabras propias llega.

Así de fácil llegar a ese punto de sorpresa y extrañeza, de genial percepción que enamora, porque el idioma es lo que tiene...

Español de los grandes maestros, español de una mujer que va a cumplir 90 años y quiere dejar algunos momentos de su vida como madre y esposa, como hermana y tía, también como hija...

De la escritura y su frecuencia intensa, de la escritura...

viernes, 9 de junio de 2017

cosas que pasan

Publicar, escribir y publicar, escribir...
Asuntos que pueden ir de la mano o de manera independiente, desligados.

Ocurre que la edición tiene su frescura y atractivo, lo que nos gusta.
Allá van de nuevo el lenguaje, a tomar su lugar, habitando los tiempos que nos vamos dando.

Y pasa que podemos felicitarnos porque estamos, de nuevo y gratamente, situados en la línea de flotación. Todo un logro.

lunes, 27 de marzo de 2017

Palabra y emoción

El pasado miércoles, 21 de marzo de 2017, tuvo lugar en la biblioteca la reunión primera del Club de Lectura del IES MARGARITA SALAS, “Entre líneas y versos”, un encuentro esperado que, finalmente, se producía con largura desde las tres hasta casi las cinco de la tarde, una hora muy  literaria.

Y hablamos de cómo nos ha gustado el libro común elegido, de cómo hemos disfrutado con su lectura. Sí, era unánime el agrado y mostramos las risas que fuimos experimentado en el proceso lector, tan íntimo.

El antropólogo inocente, de Niegel Barley, un libro valioso e ilustrado –lectura habitual en los departamentos de Antropología universitarios- que se abre a preguntas y nos deja huella. Al menos es lo que yo pude expresar en un determinado momento de la cita plural, alumnado y profesorado compartiendo el placer de la lectura. Porque el estudioso que vuelve a su hogar londinense, tras un par de años de vivir fuera con un pueblo africano de Camerún -los dowayos-, tiene que encarar las cuestiones que le plantean sus amistades cuando les enseña su vajilla dowoya, la que utilizara en su día a día cotidiano.

Anteriormente, en la despedida, también pudo descubrir la extrañeza de uno de sus más cercanos allegados en el poblado donde se asentara. Con estas dos anécdotas en torno a unas vasijas (artesanales y dowayas) entiendo que el autor nos habla de lo sorprendentes que podemos llegar a ser los hombres, lo que nos iguala en la distinción tan contrastada en este caso.

Ni los unos ni los otros lograron ver la importancia de estos objetos en su vida. Es más, cada uno, con razones propias, daba cauce a lo que el antropólogo debiera de haber hecho en lugar de guardarlas con mimo, lo que con tanta dedicación y esmero había planificado. Ningún valor sentimental añadido ponían a estos objetos-vasijas que tanto le estaban ayudando para sostenerse en el éxito -en la vida- y en sus observaciones durante la aventura/estudio que se había propuesto como meta y final de trayecto.

 “A Zuuldibo aquella tacañería lo dejó perplejo. ¿Por qué nos se las daba a los aldeanos?

(…)

Qué lástima que las hubiera estropeado usándolas. ¿No podía haber comprado alguna olla importada barata y haber guardado aquéllas, que eran demasiado bonitas para usarlas?

(…)

El investigador de campo retornado acepta ambas posiciones pero no se identifica con ninguna.” 

Son citas textuales que me conquistaron el corazón y aquí dejo memoria de ellas.

Niegel Barley.: El antropólogo inocente. Editorial Anagrama. Barcelona 1989. Trigésima edición, Julio 2016. (p. 232)


Palabra y emoción, lecturas y escrituras, compartiendo.

jueves, 17 de noviembre de 2016

escritura colaborativa

Desde anoche, por razones de guión, practico la colaboración on line. Un modo singular de aprendizaje para los ciudadanos del siglo XX en el XXI, tan propio de la era digital, que sigue abriéndose de par en par en este mundo globalizado que nos lleva.

Decir del hecho es sencillo, expresar las emociones que se disparan, cuando una determinada herramienta digital se estrena y sirve como medio para comunicar y adunar lo que te propones, es otra cosa.

Porque esperas la confirmación de tu hazaña. Y llega, tras el sueño, quizá, como una celebración nutricia. 

Sí, un tiempo en expansión, para tanta y tanta tecnología.