miércoles, 16 de octubre de 2013

Vija Celmis

Una mujer pintora, una artista contemporánea. El siglo XX en sus cosas. Vija Celmis. Y sigue.

Así nos habla Francisco Umbral en Mortal y Rosa:

      El pintor está ahí, el pintor enciende puros, los apaga, toma la gran copa de coñac, la vuelve a dejar, el pintor trabaja con las uñas, con los dedos, con papeles viejos, con herramientas de albañil, con el color directamente, y tiene en torno un coro de galerías vecinales, de casas derruidas, de patios lamentables. El pintor, en lo alto de una escalera antigua y bamboleante, enciende el rojo, matiza el verde, crea el amarillo, inventa el negro, profundiza el naranja, enriquece el gris, sueña el azul. El pintor tiene la cabeza gris, revuelta, roja, poderosa, despeinada, ahogada, terca, y le da al lienzo un viento de mar, lo hincha como una vela. Grifos goteantes, paredes enfermas, cocinas vacías, el canto invernal de los retretes, y sólo este calor de pintura, este fuego de colores, un ser que ha nacido, cómico y lírico, gordo y cruel, iluminado y feo, en la acumulación ferviente del óleo.

      El pintor enciende puros, bebe coñac, se queja, ríe, baja las escaleras, las sube con pereza, habla por teléfonos desportillados, repite nombres de mujeres, canta, lee periódicos, se duerme de costado, se pelea, sale a la calle, vuelve, compra cosas, vende cosas, ve visiones, ama a la humanidad, o la desprecia, y luego sigue pintando. El pintor está ante mis ojos, activo y duro, entregado al remolino del cuadro, o ultrajado de úlceras, reventón de vino y medicinas, una madurez en fervor, pintando, pintando. Uñas negras de pintura, alma de aguarrás, ojos de tiempo, revoltijo de vida, hijos, amor, pintura, amigos, ventanas, mujeres y enfermedades. El pintor va solitario por calles iluminadas, habla con desconocidos, piensa en el suicidio y en los fantasmas, lee cosas del siglo diecinueve, y tiene un corazón bueno y una lucha de colores en la cabeza que va dejando en el cuadro, día a día, hasta que de su soledad alumbra una persona.



El joven dibujante se inclina en la mañana de líneas negras, tramas definidas que se anidan ligeras. Un aprendiz de artista con Warhol a la cintura. El siglo XXI en sus maneras. Avanza. Se trata de eso.

http://www.museoreinasofia.es/exposiciones/vija-celmins-obras-1964-96

http://fundacionfranciscoumbral.es/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas Gracias