Hemos llegado con las primeras luces para el estudio prolongado en la mañana.
Oportunidades para el aprendizaje y la relación, que todo cabe si estamos abiertos a tomar lo que puede fortalecernos en el día a día de trabajos.
Estamos aquí,
hemos llegado de un lugar y otro,
compartimos el éxito.
Porque la vida en nosotros se hace realidad única.
Nos importamos.
Son las 8:54 horas a.m. Dos alumnas que hacen sus tareas en el ordenador, en el cuaderno. Dos alumnos que han llegado con retraso, uno de ellos instalado ya en su quehacer cotidiano, estudiante de segundo de bachillerato, el otro, mirando cómo las teclas se mueven al ritmo lento del mar.
Como una ola de admiración en sus ojos. Sí, rutinario y constante, natural y propio.
Veamos qué podemos hacer para que sienta su propio estar con aprovechamiento.
Veamos. Algo se puede hacer, sí, cuando le miramos.
Algo. Lo intentamos. Veamos.
- Yo podía estar en segundo.
Claro, sí. Y puedes conseguirlo.
Te estamos esperando.
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