Vox Áurea

Desde hace unos años, cuando escuchara por vez primera a Vox Áurea, en la Residencia de Estudiantes de Madrid, he guardado en mi corazón aquella tarde de domingo en concierto como algo delicado y preciso. Aquella velada se completaría en conversación con una paisana extremeña que conocía de la Biblioteca Francisco Umbral de Majadahonda. Sí, me llevó en su coche a casa. Juntas saboreando canto, literatura y nuestra tierra brava.

Nos conocíamos por mis habituales visitas a las salas de la institución cultural majariega para leer la prensa y otros servicios de préstamo y demás, en el estudio sostenido de la obra de Francisco Umbral, por ejemplo. 

De aquellos inicios, la experiencia del 24º Seminario Coral al que he podido asistir en estos días y del que me llevo momentos excelsos y divertidos con el maestro Xabier Sarasola, la sonrisa cariñosa del maestro Rodrigo Guerrero y el acompañamiento de las colegas coralistas que han estado a cada lado, en todo momento, sosteniendo el canto preciso y armonioso, correcto, lo que andábamos buscando en el trabajo, compartido e intenso del 26 y 27 del mes de mayo que ya se nos va despidiendo, cuando las flores de las adelfas se están abriendo a los colores y aromas que llenan los jardines oeste y sur de la Residencia.