Días de tormentas generalizadas que descargan con fuerza y mucha agua. Luego, se pasan, y la primavera sigue su curso creativo y luminoso.
El sábado lo vivíamos, a media tarde, en Salamanca, en el Convento de los dominicos de San Esteban, con el apoyo anónimo de un paraguas protector e incidental.
Ayer, domingo, las veíamos descargar en el camino de vuelta a Madrid, entre las provincias de Segovia y Ávila.
El Encuentro de Corales en la memoria, la historia salmantina y de la Universidad en sus 800 años de historia. La cita era también para novecientos rectores de todo el mundo, precisamente, en este fin de semana del 19 y 20 de mayo con una reunión de solteros, en la Plaza Mayor de Salamanca, que destacaba por su terno azulón oscuro, a modo de uniforme.
Guillermo es el novio.
A punto de saludarle, si me hubiera fijado algo más.
La estampa del grupo era muy simpática, desde luego, lo reconozco.
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