viernes, 16 de marzo de 2018

visitas

Tener a las visitas en casa, acompañar a la familia en la suya... 

Ahora, cuando se produce la circunstancia de compartir el tiempo cotidiano, miro esos días como festivos, por su distancia en el tiempo. 
Y otra nota característica, se envuelven de tanta relevancia que los prolegómenos me causan extrañeza.

He perdido la naturalidad con la que acogía a las visitas, que llegaban a dormir algunos días y todo. Sí, reconozco que aquella fue otra época en mi vida.

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