El paseo matutino para ir al trabajo es un privilegio que podemos considerar gigantesco cuando nos encaramos al tráfico denso o a los atascos reiterados, tan peligrosos.
Y las buenas temperaturas con las que se despertaba el mes de abril nos han llevado hacia la naturaleza, a sus frutales en flor, es el caso de los cerezos en el Valle del Jerte, en esta Semana Santa campera que hemos disfrutado.
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