A primera hora de la mañana de ayer, JP se llegaba con una donación de libros de texto que vendrán muy bien a una familia, quizás a dos. Digo esto porque son documentos que seguimos consultando y frecuentando desde las aulas. Era su primera remesa, porque aún la quedaba alguno de inglés, por ejemplo.
La segunda parte de la entrega acaba de hacerla. Su mochila iba reventona de material, sus libros de bachillerato del día y los usados de segundo de la ESO, entre otros. Y hablamos un momento.
Porque no siempre fue así. De su extrañeza.
- ¿Y qué llevabais entonces?
- Teníamos el iPad antediluviano, la pizarra y los pizarrines duro y blando.
Así es como llegamos al conocimiento que sigue evolucionando, a las teorías de ecosistema y a los avances tecnológicos. Cambiamos los objetos de uso, los modos de aprendizaje y su futuro. Porque tenemos el iPad y cualquier otra tableta informática anidará en a las aulas y podrá compartir protaginismo con los manuales de consulta, en formato libro. ¿Que no?
Es lo que opino y cómo nos cuesta encarar el proceso.
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