Es el abandono en la bondad, la espera que conforta y llega, que se repite, donde la confianza arraiga.
Sentimientos de proximidad y ligereza que alivian y confortan, que liberan y vinculan, que llegan.
Lo acabo de repetir en dos comunicaciones rápidas y hace unos días lo escribía: seguimos cerca.
Y se nota, te llegas.
Primera escena: Todo puede suceder en Majadahonda.
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Muchas Gracias