jueves, 12 de noviembre de 2015

Paseo marítimo

Mañanas de otoño despejadas y frescas en las que el buen humor se adelanta porque las luces evolucionan con delicadeza y a buen ritmo, el propio, desde la clara oscuridad donde reinan los luceros (Venus y Júpiter todavía) a los rosados dedos que portan el azul despejado, que nos animará a decir cosas inesperadas.

- ¿Qué, ya en el Paseo Marítimo?

Era el saludo de un compañero de trabajo a otro, cuando se encontraron en la Gran Vía de Majadahonda cuando tuve la oportunidad de encontrarme a su lado en ese momento.

Aludir a la nieve, con su rigor atmosférico, cuando Rosa recuerda el cumpleaños del esposo y los comentarios de su madre, vino a renglón seguido a confirmar la sensación de extrañeza en el clima benigno que disfrutamos. 

Y es que circula por los media el híbrido que alude a los dos conceptos, tanto al verano como al otoño.


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