Hay momentos nutricios que nos van dejando su alimento en la dosis necesaria conforme el tiempo se alarga.
Picos de emoción que vuelven y vuelven a nuestro presente inmediatos, superadas la sorpresa y el placer, el dolor, lo que fuere... como primera sensación potente y duradera.
Hemos recordado tres anécdotas y se parecen en la despreocupación y en la alegría que suele alimentar estas situaciones de pánico o de éxito.
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