lunes, 12 de diciembre de 2016

RAFAEL FENOY CASTAÑO

Dormir adecuadamente es cada vez más difícil

Psicología social
El sueño


Las dificultades relacionadas con el sueño se han convertido en una de las principales consultas o quejas de la población; estimándose que entre el 30% y el 40% de las personas que no logra dormir adecuadamente, padeciendo insomnio y otras dificultades similares. A su vez, se ha encontrado una alta cifra de accidentes de tráfico generados por la somnolencia de los conductores, convirtiéndose en uno de los problemas de salud más relevantes de nuestra sociedad. Por otro lado, hay que sumar otras consecuencias como el descenso del rendimiento laboral o educativo, la disminución en la capacidad de mantener la atención en una actividad, problemas de memoria, cambios de humor, etc.
A pesar de encontrar una larga lista de problemas relacionados con el sueño, los más frecuentes en la población son los siguientes:
    Dificultades para conciliar el sueño.
    Sueño interrumpido o dificultad para permanecer dormido.
    Somnolencia diurna (demasiado sueño a lo largo del día).
    Dormirse en momentos inoportunos.
Dentro de los diferentes trastornos del sueño, el insomnio es el que aparece con una mayor frecuencia. Este problema se caracteriza por la dificultad para dormirse (conciliación de sueño) o los problemas para permanecer dormido o sueño interrumpido. La principal característica consiste en una baja calidad y/o cantidad de sueño que interfiere en la vida de la persona.

¿Cuáles son las principales causas?

Algunos de los principales factores que participan en el origen de este tipo de problemas son:
    Características del estilo de vida: los viajes continuos, los cambios de horario o el consumo de excitantes (café, té…) son algunos de los elementos que más problemas de sueño generan en la población.
    Problemas psicológicos o emocionales: problemas de ansiedad, depresión o problemas de estado de ánimo.
    Elementos ambientales: temperaturas extremas, horarios, etc.
    Consumo de fármacos: algunos de los medicamentos consumidos de forma habitual inciden sobre la calidad del sueño, generando diferentes problemas. Este es el caso de antidepresivos, antihipertensivos, broncodilatadores, etc.
    Enfermedades o patologías físicas: como trastornos cardiovasculares, pulmonares, cefaleas, demencias, etc.
    Cambios fisiológicos: una de las principales variaciones que afectan al sueño es el envejecimiento; por esta razón, es frecuente observar en personas mayores una reducción de la cantidad de sueño y un aumento de la somnolencia durante el día.


Rafael Fenoy Castaño

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