Cuando el movimiento y la acción se suceden en torno y contando con los demás, llega un punto de inflexión para la toma de conciencia de lo que se hace, de la posición en la que se encuentra la situación que se comparte. Y es claro que la puesta en común de algunas conclusiones tiende a ser gratificante.
Estoy leyendo un libro de Haruki Murakami que se titula Baila, Baila, Baila. Tres mayúsculas que hablan de la perseverancia en los armónicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas Gracias